domingo, 27 de mayo de 2012

Presidente en OFF

Bueno esto solo afecta a los lectores del blog que son bien pocos, aun así queríamos informaros de que esta semana nos va a ser totalmente IMPOSIBLE subir ningún capítulo, estamos absolutamente llenas de exámenes. Intentaremos reincorporarnos cuanto antes que será a partir del 6 que terminamos las clases.
Muchas gracias por vuestra paciencia y también por formar parte de este ínfimo número de seguidores y/o lectores del blog, sin vosotros no sería posible :)

martes, 22 de mayo de 2012

Capitulo 7

Puntuaciones



Todos estamos ansiosos por ver las puntuaciones que han decidido darles a los tributos. Miro por las cámaras, todos están en los salones de sus respectivos pisos con sus mentores, representantes e incluso sus estilistas. Algunos se muerden las uñas esperando, otros parece que van a hacer un agujero en el suelo y otros miran fijamente a la pantalla sin prestar atención a lo que pasa a su alrededor. Tengo en mi agenda la hora exacta a la que empieza la transmisión así que no me pongo tan nervioso. Ya debería de estar acostumbrado, siempre es igual, pero este año hay algo que me dice que va a ser distinto.
Miro el reloj. 5, 4, 3, 2, 1... Ahí está. El sello del Capitolio se ilumina y tras fundirse en negro aparece el sello del Distrito 1. Así es como se hace siempre, primero el sello del Capitolio, luego el del Distrito 1 y las fotos de los tributos con sus puntuaciones al lado. Los profesionales, como era de esperar, tienen de 8 a 10, siendo Cato el de 10. Los demás tributos son algo patéticos, 5 por aquí, 5 por allá y poco más, salvo la chica del distrito 11 que consigue un 7, algo que sorprende a casi todos menos a mi, aunque me cueste decirlo, se lo merece, esa chica tiene agallas aunque para lo que le van a durar... Llega el turno del distrito 12. El chico obtiene 8 puntos y la chica...¿Pero qué...? No puede ser, aquí hay algo mal.
-¡Traedme a Seneca YA!- grito a nadie en concreto. Salen tres personas a buscarle. Mientras, veo lo que pasa en el piso 12. La felicitan, ahora se pensará que puede hacer lo que quiera sin repercusiones. Cinna, su estilista, grita: "¡Katniss, la chica en llamas!".
Estúpidos, me sacan de quicio.
- ¡¿Dónde narices está Seneca?! ¡Quiero verlo ahora! ¿Es que estoy rodeado de una panda de ineptos o qué?
Pasan unos minutos hasta que aparece detrás de los cinco buenos para nada que han ido a buscarle.
-¿ En qué demonios estabas pensando?- le grito en cuanto nos dejan solos.
- Cálmese señor...- empieza a decir con tranquilidad.
- ¿Que me calme? - le interrumpo.- ¿Encima me pides que me calme? ¡Un once!¡Le has dado un once! Menuda forma de vengarse. No por favor, Seneca, no me pongas un once, me conseguirás todos los patrocinadores que necesito para sobrevivir- digo con voz sarcástica imitando la voz de esa ordinaria.
- Déjeme que se lo explique.
- Adelante, te escucho.- digo con voz cortante.
Más le vale tener una explicación plausible si no quiere acabar peor que los tributos.
- Los tributos no le ponían el ojo encima porque en los entrenamientos no ha mostrado sus facultades y no la creen una amenaza. Pero usted quiere que sufra ¿verdad?- asiento con la cabeza, creí que eso le había quedado claro - Bien, al proporcionarle una puntuación tan alta la ponemos en el punto de mira. Ahora todos la ven como un rival fuerte del que tienen que deshacerse, la van a aborrecer. Es pura táctica señor. A mayor puntuación, mayor odio.
Al final no va a ser tan tonto.
- Está bien, parece razonable y por esta vez lo dejaré pasar - le agarro por el cuello de la camisa - pero escúchame bien, Seneca, que sea la última vez que cometes un error de este calibre. La próxima vez no seré tan indulgente por mucha estrategia que tengas tú en la cabeza.
Le suelto, se sacude y se va. Vuelvo a sentarme y ordeno que me traigan todas las cintas del Distrito 12 en el Capitolio. No tardo en tenerlas todas en mi poder y en empezar a visionarlas. Voy pasando las partes menos interesantes y visionando algunas que quizás me sean útiles. He descubierto su plan: Ella solo finge ser su amiga para mostrarse fuertes juntos, indiferentes, pues no les funcionará, van a morir igual y no serán recordados. ¡Claro que no!

sábado, 19 de mayo de 2012

Capítulo 6

Las pruebas


Al fin llega la hora en la que vamos a ver de qué son capaces cada uno de los tributos sin que tengan miedo de mostrar sus habilidades delante de los demás, estarán ellos solos frente al Capitolio. Hoy cada uno de los tributos deberá demostrar sus habilidades frente a los Vigilantes. Cada uno tendrá que hacer ver que es algo más que un simple y burdo tributo. No guardo muchas esperanzas. He visto los entrenamientos y, en fin, dan bastante pena, el único que se salva es Cato y su grupo de profesionales. Sí... ellos serán recordados en la historia de los juegos, de eso me encargaré yo mismo.
El chico del 1 es quien empieza. Dice su nombre y número de distrito y se acerca a las lanzas. Se decide por una de unos dos metros que tiene pinta de ser bastante pesada. Según mi ayudante era usada por una civilización muy anterior a la que destrozó el mundo. Por lo que me cuenta la usaban en la batalla, toda una fila de piqueros, como él los llama, se colocaba delante del resto para parar el primer golpe del enemigo y los ataques de la caballería. Otra tontería más de la Antigüedad, ¿para qué luchar dos ejércitos cuando controlando a la gente haces el doble? Volviendo a la realidad, el chico se ha acercado a la zona de lanzamientos. Se coloca en posición y lanza la pica con todas sus fuerzas en un movimiento tan elegante que los Vigilantes le miran sorprendidos. La pica se ha clavado en el centro de la cabeza del maniquí que está a 25 m de la línea de tiro. No está mal, aunque no muy memorable. Veo su expresión al salir de la sala, parece satisfecho.
Uno a uno los tributos van entrando y demostrando a los Vigilantes sus habilidades. Cato es, sin duda, el que más destaca ante los Vigilantes. Nada más entrar coloca todos los maniquíes a su alrededor en distintas posiciones y cuando termina coge una espada y empieza a destrozarlos sin miramientos. Es algo muy común en los tributos del 2 saber usar espadas pero es la expresión de su rostro lo que le hace diferente. Tiene en su mirada la sed de sangre que tanto admiro en un chico de su edad.
Los Vigilantes han empezado a aburrirse al décimo tributo,ni siquiera cuando el del 11 hace una perfecta demostración de cómo camuflarse y destroza cuatro de los cinco muñecos de tiro. Sólo cuando la pequeña Rue entra en la sala y parece desaparecer en el tejado, escalando por los lugares más impensables y saltando de un lado a otro en unas alturas y distancias bastante grandes prestan algo de atención. Pero cada vez parecen más cansados, tengo que hacer algo para espabilarlos, no quiero que haya problemas con los tributos. Mando llamar a un criado avox y le doy una orden concreta. El cerdo asado no tarda en entrar en la sala, acompañado de la ponchera y el resto de manjares que he pedido les lleven. Seneca inclina la cabeza en agradecimiento al punto exacto en que sabe está la cámara. Sonrío, este chico es bueno, llegará lejos, quién sabe a lo mejor en un futuro muy lejano puede sustituirme y todo. Aunque aún le falta curtirse un poco.

Para cuando entra el chico del 12 ya están medio borrachos. No deberían portarse así, solo van a conseguir enfadar a los tributos y eso no es bueno. Si los tributos se enfadan pueden hacer tonterías en la arena, tonterías que luego repercuten en los distritos. Recuerdo el año en el que ganó el borracho. Los Vigilantes estaban tan borrachos que casi se cayeron cuando el se dedicó a lanzar cuchillos y degollar a todos los maniquíes de la sala. Se acerca directamente a los pesos y levanta los más pesados sin esfuerzo, lanza algunos pero, ante la indiferencia de los Vigilantes, se va no mucho después. La siguiente es su compañera, Katniss Everdeen, la revolucionaria. Veamos qué sabes hacer. Al ver la poca atención que le prestan dice su Distrito y nombre en alto, y los Vigilantes fingen prestarle atención. Sin ni siquiera mirar nada más, va directa a los arcos. Sopesa varios y se decide por un arco simple de metal. Coge el carcaj y se acerca al campo de tiro. Su tiro no da en el blanco, ni siquiera se acerca.
-Há. Si eso es todo lo que sabes hacer, Cato no va tener problemas en darte caza y aniquilarte.- grito a la pantalla.
Mi ayudante pega un salto asustado pero no le hago caso porque la chica ha sacado otra flecha y ha vuelto a tirar. Falla otras tres veces hasta que da en el blanco sin ningún problema. Entonces se acerca al centro del gimnasio y le da de lleno en el corazón al muñeco de tiro, después corta la cuerda del saco de boxeo de un flechazo. Rueda por el suelo y apoyada en su rodilla dispara a una de las luces colgantes del techo del gimnasio, provocando una lluvia de chispas. Sonríe con satisfacción hasta que se fija en los Vigilantes, quienes están empezando a tener hambre y fijan su atención en el cerdo asado. Veo rabia en el rostro de la muchacha, pero veo algo que me asusta más, determinación. De un sólo movimiento saca otra flecha y la coloca en el arco. La flecha da en la manzana que tiene el cerdo en la boca y la clava en la pared que hay detrás. Los Vigilantes retroceden asustados y uno de ellos cae en la ponchera, salpicando todo de alcohol. Ella ni se fija, les mira con desprecio y con un "Gracias por su tiempo" sale de la sala.
-¡Estúpida!- grito con rabia.- Te aplastaré en la arena como a un bicho. Eres una estúpida insubordinada, tan pobre y tonta que no sabes ni ser sumisa. Juro que te destrozaré antes de que hagas algo memorable. ¡Tú!- le grito a mi ayudante.- Busca a Seneca Crane y tráelo aquí inmediatamente.
No tarda ni cinco minutos en venir de nuevo con Seneca a su lado.
-¿Me ha mandado llamar, señor presidente?- me pregunta con tranquilidad.
Le miro incrédulo. ¿Le lanzan una flecha y está así de tranquilo? Este chico necesita espabilarse, ya.
-¿Qué vas a preparar para ella? ¿Cómo piensas vengarte?- desvía la mirada.- Porque piensas vengarte ¿verdad?
Carraspea y hace una seña a mi ayudante para que se retire.
-No creo que vengarse sea una buena idea en este caso, señor.- dice en cuanto se cierra la puerta tras Lauciso.- Permítame explicarme. Sus inicios aquí han sido espectaculares, el público la adora. Si le hiciéramos algo antes de los juegos o nada más empezar los juegos la gente del Capitolio podría llegara odiarnos. Además, nadie tiene por enterarse de lo que acaba de ocurrir ahí dentro, por eso hacemos esta sesión privada ¿no?

Hace una reverencia y con una sonrisa de autosuficiencia se dispone a marcharse de la sala. Ni siquiera me ha dejado contestarle, pero me gusta su actitud, es muy inteligente. Aún sí...
-¡Seneca!- le grito y él se gira - Andate con mucho cuidado.

Vuelvo mi mirada a las cámaras otra vez para ver qué hacen los tributos. Todos están contando lo que han echo en las pruebas, todos les felicitan a Cato, a Clove, Marvel, Glimmer, Rue... Incluso al cara de pan, Peeta. A todos menos a Katniss. Effie le está dando una buena reprimenda diciendo que nosotros, los del Capitolio, nos vamos a vengar de sus atrevimientos, y no se equivoca, pero aun no. Y ahí llega su queridísimo mentor, aun es su borrachera te espera otro discursito. Un momento ¿Qué...? ¿Qué es lo que le esta diciendo ?
- Bien hecho preciosa, te van a recordar.
No me lo puedo creer ese borachuzo estúpido, engreído felicitandola por lo que acaba de hacer. Soy un pobre iluso ¿Cómo iba a pensar yo nada bueno de ese engendro? Effie esta indignada, como para no, y se va tras ver que no puede discutir con ese par.
Y todos se sientan impacientes de ver las puntuaciones, al igual que yo.

jueves, 17 de mayo de 2012

Capítulo 5

Entrenamientos


Es el momento de ver quién va a hacer qué este año. Los tributos empiezan sus entrenamientos hoy mismo y allí se verá qué saben hacer. He pedido expresamente que este
año las armas más peligrosas estén bien a la vista, quiero ver qué hace Cato con ellas.
Entran poco a poco, unos llegan antes que otros pero los últimos en llegar son los 12, como si quisieran hacer honor a su posición. Atala pasa a explicarles lo mismo de siempre, les pide que pasen por los puestos de supervivencia (no la harán ni caso, eso es lo divertido) y les dice el horario. Todos parecen medirse con la mirada, evaluándose, y no prestan mucha atención a Atala. No me extraña, yo tampoco lo haría.
Cato va directo a las espadas y se decanta por una en concreto. Buena elección. La hoja es más ancha que la del resto y la empuñadura tiene un puño al final. Los del 1 y el 4 le imitan pero su compañera se decanta por una larga lanza que coge sin demasiado esfuerzo. Bien, eso significa que este año va a haber pelea de verdad, y sangre. Me encanta la sangre, esa brillante forma de teñir la hierba cuando se derrama sobre ella, ese sabor metálico tan único...
El primer día es algo aburrido. Muchos van vagando de habilidad en habilidad hasta encontrar algo que les guste. Varios tributos deciden decantarse por la supervivencia mientras el resto lucha con los ayudantes o dispara a los objetivos en movimiento. La mayoría de los tributos permanecen separados de su compañero de distrito, menos los del 12 que están muy juntitos y, bueno los profesionales que parece que ya antes de empezar se han aliado. Me encanta ver cómo manejan la armas estos chicos, están mejor entrenados de lo que esperaba,creía que Glimmer y Clove iban a caer en seguida pero no, se las ve futuro,aunque no tanto como a Cato, por supuesto. Aunque hay una chica que me llama mucho la atención. No sé cómo se llama, o más bien nunca me acuerdo, pero es del distrito 5. Puede que no sea muy buena con las armas, tampoco la he visto utilizar muchas, pero tiene algo muy particular… Es bastante inteligente, aunque de poco le va a servir si no utiliza esa inteligencia para aprender a matar, porque si no ha quedado claro, esto se trata de matar.
Es realmente aburrido, algunos remoloneándose de lo que se les da bien y otros no hacen nada bien, a saber qué es lo que planean mostrar en la prueba cuando tengan que pasar uno a uno, aunque aún quedan unos días para eso.
Salen de los entrenamientos y cada uno va a su piso, aunque los profesionales desaparecen y no se a donde van, miro por todas y cada una de las cámaras y no les encuentro. Ah, ahí están. Estaban en el ascensor, claro, el único sitio donde no tenemos ni cámaras ni micrófonos. Muy astutos...
-Señor,-me llama uno de los Vigilantes. Acaban de entrar en la sala de control y se han colocado a mi alrededor, como hacen siempre. Me encanta ver a todas las figuras importantes de la ciudad y los juegos a mi alrededor, adulándome, siguiéndome como perritos falderos. Podría decirse que son mis Golden Retrieve personales y adiestrados.- Estamos algo... preocupados, por la agresividad de uno de los tributos. Es el chico del 2, Cato.
Me giro para verles mejor. Me miran sumisos y esperan mi respuesta. Literalmente, son mis Golden Retrieve.
-¿No es eso lo que buscamos? ¿Agresividad en los tributos? Es agresivo, fuerte, listo, es el nuevo ganador de los juegos.
Varios retroceden temerosos de haberme enfadado, pero el que me habla, Seneca, no retrocede, permanece impávido ante mí con sus ojos fijos en mi silla.
-Eso es lo que buscamos, pero temo que su odio haga de estos los juegos más cortos de la historia. Si ese muchacho se enfada, es capaz de matar a cualquiera a su alrededor en menos de dos segundos. Hará peligrar la alianza de los tributos fuertes y los matará el solito el primer día. Eso no son unos buenos juegos, tiene que dar tiempo a que la gente se encariñe con los que sobrevivan a la Cornucopia, tenemos que buscar algún modo...
- Que venga
- ¿ Perdón señor- dice Seneca
- He dicho que venga, que me lo traigas.
- Pero...
- Pero nada ¿ No me has oído Seneca?
- Sí, en seguida.
Veo como sale y recorre los pasillos hasta llegar al segundo piso donde se encuentra Cato, cruzan unas palabras y en seguida veo como los dos vienen hacia aquí. Aunque van por caminos distintos para que nadie sospeche nada, desde luego ese hombre, Seneca, sabe lo que se hace.
Él es el primero en llegar seguido de Cato minutos después. Les digo a todos los que están aquí que nos dejen solos y estos lo hacen. ¿ Qué decía yo? Ah, si: Mis Golden.
- Ambos sabemos porque estas aquí, Cato.
- Se... Se que fue un error atacar a otro tributo... Sin... Sin estar en la Arena... No... No se va a volver a repetir - tartamudea. Ni siquiera el que parece mas fuerte deja de ser un cobarde, vaya decepción. Aunque claro si yo fuera el también estaría así delante del presidente de Panem... A solas, puedo llegar a ser despiadado.
- Eso espero... Hasta que sea el momento.
-¿Qué?
- Veras Cato- paso mi brazo sobre sus hombros y empezamos a andar por la sala como un padre que le da un consejo a su hijo - te quería pedir algo. Me encanta que seas tan agresivo, de verdad, me fascina. Pero sabes lo blanda que es la audiencia y yo necesito esa audiencia. Quiero que reprimas tu sed de sangre al menos los dos primeros días. Mata cuando sea necesario, en la Cornucopia sobre todo, pero reprime tu instinto asesino para que te proclames campeón con un gran y merecido baño de sangre.
Veo que todo esto le ha dejado sin palabras, debe odiarme por obligarle a hacer esto.
- ¿ Campeón ?
- No te hagas el idiota conmigo, eso dejado para la audiencia si quieres. Sabemos que vas a ganar sino no estarías ahora aquí hablando conmigo ¿ No crees?
- De acuerdo, lo haré. Pero apiadese del que quede ultimo con vida antes que yo porque deseara haber muerto en nuestra querida Cornucopia - dice con una sonrisa que indica satisfacción y con una reverencia hacia mi, se marcha...



jueves, 10 de mayo de 2012

Capítulo 4

El desfile.


Una vez entran en el Capitolio se ponen en manos de los estilistas, primero un grupo de preparación les baña, les aplican todos los productos imaginables para su piel, su pelo... Todo. Les dejan fabulosos a decir verdad, viéndolos en el desfile cualquiera diría que son unos muertos de hambre... Para que luego digan que no hacemos nada por ellos, si lo que hacemos es un milagro...
Compruebo mi agenda y confirmo que aun tengo tiempo para el desfile así que decido ir a mi invernadero personal donde tengo montones y montones de flores. Mis favoritas sin duda son las blancas, por eso siempre llevo una encima. Cojo una nueva para ponerme, el desfile es una ocasión especial. Después vuelvo a mi habitación y en el espejo ensayo mi cara de simpatía, la que tendré que poner después del desfile cuando me toque dar la bienvenida a todos los... Tributos. Siempre digo lo mismo y ellos se sienten especiales, menudos esúpidos.
Todos los años los estilista les preparan con motivo de sus distritos, como si quisieran que los asociaran sólo por esos ridículos vestiditos que les ponen. Cada año es peor. Empezó siendo divertido verles vestidos de árboles, circuitos, mineros, incluso de vacas, pero ya es demasiado hasta para mí. Ya no siento nada al verles. M e parece tan repetitivo...
Empieza la música de apertura a todo volumen por las avenidas del Capitolio. El desfile dura como veinte minutos y termina aquí, en el Círculo de la Ciudad, donde los recibiremos todos y después les escoltaran hasta el Centro de Entrenamiento.

La multitud grita extasiada cuando los tributos del 1 empiezan a asomar en su carro tirados por los cuatro majestuosos caballos blancos que se seleccionan expresamente. Son los que suelen ir menos ridículos, les basta con llevar las joyas que fabrican para representar a su distrito. Les siguen el 2, 3, 4... siempre es ig...
¿Pero qué...? No puede ser, no me lo creo. ¡No!


-¿Quién es el estilista del 12?- susurro con fiereza por el comunicador de mi chaqueta.

¿Cómo ha podido? No debería haberlo hecho, se lo haré pagar. Los dos tributos del 12 parecen arder ante los ojos de todos los espectadores, que gritan como niños ante una piruleta nueva. Espera. No parecen arder...¡Están ardiendo! Llevan una sencilla malla negra de cuerpo entero que les cubre del cuello a los tobillos, con unas botas de cuero brillante y cordones que les llegan hasta las rodillas. Pero lo que define el traje es la capa que ondea al viento, con franjas naranjas, amarillas y rojas, y el tocado a juego en el caso de la chica. Sus caras están totalmente iluminadas por el fuego y es como si las capas dejaran un rastro de llamas detrás.
Veo algo que jamás debería pasar, se han dado la mano. ¡No! Idiotas, debéis odiaros, intentar mataros a cada instante, no mostrar a todos que sois amiguitos. Incluso desde donde estoy, a varios metros por encima de las multitudes, los gritos son ensordecedores cuando les ven. Les lanzan cosas, ¿Flores? y vitorean sus nombres como si ya hubieran ganado los juegos. Todos se vuelven para mirarles, apartando la vista de todos los demás. Esto no es cosa suya, les he visto en el tren, la chica no quiere casi ni hablarle. ¿Será obra de Haymitch? No, está demasiado borracho. Tiene que haber sido obra de los estilistas. ¿Cómo se llaman? ¿Puerta?¿Puetia? ¡Portia! Esa es la estilista del cara de pan, pero ¿el de ella?
Cinna, me dicen por el pinganillo. Los ha hecho inolvidables, ha hecho inolvidable a una instigadora de revolución y lo pagará caro. El chico... ¡ El chico tiene un moratón! ¿ Cuando ha sido? No me he dado cuenta, le he prestado tan poca atención... da igual, lo olvidarán en cuanto empiece la cuenta atrás de la arena. Bien, en cuanto tenga ocasión me encargaré de ti y de la inútil de tu distrito. Mira eso ¡¿será cínica?! Sonríe como si le agradara la gente del Capitolio, les saluda con la mano que le queda libre e incluso... ¿Lanza besos? Hipócrita, hipócrita.

"Katniss, la chica en llamas" Sí, eso es lo que gritan "La chica en llamas"

Los caballos les llevan justo hasta mi mansión y se paran ahí.
Se van acercando y debo recuperar la compostura. "Piensa en tu nieta, Coriolanus. Que no se note nada" me digo para mí mismo. Me informan por el pinganillo de que ya es la hora y me pongo de pie ante los focos de las seis cámaras que captan cada uno de mis movimientos.
Se supone que las cámaras deben enfocar a TODOS los tributos, pero la mayor parte del tiempo enfocan a la pareja en llamas. Estoy a punto de perder los nervios. Respiro, sonrió y saludo.

-Sed bienvenidos, tributos. Bienvenidos a los septuagésimo-cuartos juegos del hambre, y ¡que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte!

martes, 8 de mayo de 2012

Capitulo 3

El Capitolio

Ahora es el momento en el que les damos unos minutos a los elegidos para que se despidan de sus familiares. No lo hacemos porque nos de pena, ni mucho menos, lo hacemos por la simple satisfacción de ver sus ojos llenos de lágrimas suplicando que no se los lleven, ver como sus hermanos pequeños se aferran a sus piernas mientras ellos les ruegan que no pidan ni una sola tesela. Las teselas... cuantos muertos de hambre nos piden teselas todos los años, una miserable cantidad de comida se les proporciona a cambio de que su nombre entre más veces en la urna, y no se puede volver atrás, cada año aumenta y nunca disminuyen. Según he estado investigando en los archivos, casi todos los tributos de este año han pedido teselas aunque la que les lleva una gran ventaja es esa repelente niña del distrito 12, Katniss Everdeen, con 20 papeletas. Y que haya salido su hermana que era la primera vez que participaba... qué irónico, pero maravilloso.
Ya están saliendo todos de despedirse y se dirigen al tren para venir al Capitolio. Los de los distritos 1 y 2 van con la cabeza bien alta saludando a todo el mundo, orgullosos por haber salido elegidos, los demás... simplemente sonríen, algunos-la mayoría debería añadir- aun están llorando, otros como el del distrito 12, tienen los ojos rojos e hinchados de haber llorado y su compañerita no parece ni inmutarse de que todo Panem la observa.

Una vez llegan al tren, los enviados del Capitolio les enseñan cuales serán sus compartimentos. Se creen que en el tren están solos, pero aunque no lo vea todo Panem, nosotros sí lo vemos, por si tratan de hacer algo contra el Capitolio o se les ocurre matarse antes de llegar o cualquier otro altercado que pudiera ocurrir. Nos encanta llenarles de lujos los días previos a sus muertes para que una vez en la arena sufran más el no tener comida, agua, o simplemente donde dormir. Mientras más se atiborren de nuestra deliciosa comida, peor lo pasarán una vez dentro, pero eso ellos no lo saben...
Los mentores de cada distrito empiezan a darles consejos de cómo deben actuar, qué es lo que les ayudará a conseguir patrocinadores, donde deben ir, qué deben buscar, cómo deben sobrevivir. Bueno todos menos el estúpido de Haymitch Abernathy que está tan borracho como siempre y en lugar de ayudar...

-Jajajajajajajaja-escucho risas a mi al rededor.-Cretino, jajajajajaja.
Miro a donde miran todos la pantalla del tren del distrito 12 y veo que el imbécil ha vomitado y se ha caído en su propio vomito. La más inteligente de ahí es Effie Trinket que no duda ni un segundo antes de salir de allí. Me pregunto si los chicos harán lo mismo. No, veo que entre los dos lo cogen y lo llevan a su compartimento, el muy idiota no se ha enterado de lo que ha pasado. Cuando llegan se disponen a desvestirlo para darle un baño, pero la cara de asco de la chica le hace sentir lástima y el chico le dice que puede hacerlo solo. Oh, pero qué caballeroso por su parte. Yo habría dejado a Haymitch ahogandose en su propia mierda y no me habría importado. El muchacho se asegura de que no haya nadie cerca para hablar con su mentor.
-Haymitch... ya... ya se que yo no tengo ninguna oportunidad de ganar, pero... esto... me gustaría que por una vez... bueno a parte de ti, claro, haya un vencedor en nuestro distrito.
- ¿Me estás diciendo que quieres ganar? Jajajajajajaja, no puedes hablar en serio.
Haymitch ríe como un loco y el chaval parece a punto de perder los nervios. Imbécil, debería haber echo lo mismo que la chica y marcharse de ahí.
- No, claro que no, te estoy diciendo que quiero que gane ella- dice gritando.
El borracho de su mentor parece reaccionar porque lo mira fijamente antes de responder tranquilamente.
- Bien, haré lo que pueda... dejame, puedo bañarme solo... mañana, mañana en el desayuno hablamos.

Qué asco dan, se creen que esa va a poder ganar, ya pueden ir pensando en varios milagros para lograrlo, porque el puesto de vencedor este año ya está ocupado, se llama Cato y la va a destrozar.
Finalmente llegan todos al Capitolio, miran con ojos extrañados, se nota que nunca habían visto algo tan maravilloso como nuestro fabuloso Capitolio. Pobres ilusos, la primera vez que ven algo así y la última para todos menos para uno. Parecen peces salidos de una pecera y echados directamente al mar, todo esto les viene grande, no se merecen ni siquiera mirarlo, ni poner un solo pie aquí... todo sea por poder disfrutar de uno sangrientos, crueles y despiadados juegos del hambre.

Los mas inteligentes ya empiezan a saludar a la gente del Capitolio, sus mentores les han acosejado bien y saben que para sobrevivir necesitan patrocinadores, y para conseguir patrocinadores necesitan gustar a la gente... Muestran todos sus lados más encantadores, saludan a las cámaras y sonríen, menos las más tontas, que tienen cara de asco y repulsión y eso a mis queridos ciudadanos, no les gusta...
-Bien Katniss, sigue así, me estas haciendo todo esto mucho más fácil de lo que pensaba. Con estos juegos el distrito 12 nunca volverá a saludar con esos insignificantes tres dedos. Quien desafía al Capitolio que se atenga a las consecuencias...

domingo, 6 de mayo de 2012

Capitulo 2

La Cosecha.

Como siempre empezamos en el distrito 1, veo que ya ha llegado Maguey, la encargada de ese distrito que da la bienvenida a todos los tributos. A continuación les pone un vídeo directamente del Capitolio en el que habla de la creación de Panem, el país se levantó de las cenizas de un lugar antiguamente conocido como Norteamérica. Desastres, sequía, tormentas, incendios, mares que subieron y se tragaron gran parte de la tierra, y la brutal guerra por hacerse con los pocos recursos que quedaron. El resultado fue Panem, con nuestro reluciente Captolio rodeado de 13 distritos, que llevó a la paz y prosperidad a sus ciudadanos. Después llegaron los Días Oscuros, la rebelión de los distritos contra el Capitolio. Derrotamos a doce de ellos y el decimotercero quedó aniquilado. El Tratado de Traición dio unas nuevas leyes para garantizar la paz, y como recordatorio anual de que los Días Oscuros no deben volver a repetirse, se crearon Los Juegos del Hambre.

Sus reglas son sencillas: en castigo por la rebelión, cada uno de los 12 distritos debe entregar a un chico y una chica, llamados tributos, de entre doce y dieciocho años para que participen. Los veinticuatro tributos se encierran en una enorme arena al aire libre en la que puede haber cualquier cosa. Una vez dentro, los competidores tienen que luchar a muerte durante un periodo de varias semanas, el que quede vivo gana.

Sin duda esa es la parte que más me gusta, en la que tienen que matarse unos a otros y es mucho mejor cuando entran amigos. Oh, y ahí va la primera elegida de la cosecha: Glimmer Hanwel, puede que sea una profesional pero no tiene ni una sola posibilidad de ganar, se la ve... débil. Ahora es el turno de los chicos pero no consigo oír el nombre de lo elegidos porque ya veo varias manos levantadas para ofrecerse voluntarios. Finalmente es elegido un tal Marvel, me gusta este chico, tiene mi mirada de sed de venganza...

Y ahora llega el turno de mi distrito favorito, el 2. Cornelius Trenton es el que tiene que sacar los nombres de las urnas, pone el mismo vídeo, blablabla, en todos los distritos es igual, lo único que me interesa es saber quién va a morir. La chica elegida es Clove Branwors, solo con mirar su cara, su mirada ya se que va a sobrevivir más que Glimmer. Esto me encanta.

- ¡Silencio!- grito porque han empezado ya a hacer comentarios - quiero ver quién sale de mi distrito.
Cornelius saca la papeleta con el nombre de Carls Dickens pero rápidamente hay manos levantadas, entre todas una es la elegida: Cato Hughes.
- Hahahahaha, saludad a nuestro ganador.-digo más para mi mismo que para nadie más.
He visto alguna vez ha ese chico en mis visitas al distrito 2, no he conocido a nadie que tuviera más sangre fría que él, salvo a mi mismo.

Ahora es el turno de los demás distritos pero ninguno me interesa, no me quedo con el nombre de ninguno, tampoco importa, todos son simples cobayas de laboratorio que quedarán encerradas en una gran jaula de la que solo podrán salir si matan. Es muy divertido ver como solo con salir elegidos algunos ya están llorando porque saben que no volverán a ver a sus papis. Un momento, oh sí, esta es una de mis partes favoritas, cuando eligen a una niñita de solo 12 años. En el distrito 11 ha tenido la suerte la pequeña Rue, espero que quién la mate sea un profesional, los demás solo suelen sentir lástima de alguien así.

No me lo puedo creer, en el distrito 12 también ha salido una niñita, Primrose Everdeen, esto es maravilloso, increíble, no tengo palabras para describir cómo me siento. Todos abren un pasillo para que la pequeña pase, va con pasos tímidos y lentos, veo que se acomoda la blusa que le sale por detrás, a cualquiera le recordaría a un patito.
- Señor, mire - Me dice alguno de los que están aquí, pero no me interesa quién.
Miro a donde me ha señalado y veo a una chica corriendo hacia Primrose.
-¡Prim!- dice con un gritito estrangulado-¡Prim!
La gente poco a poco se empieza a apartar de su camino y le crean uno directo al escenario. Justo cuando Primrose está apunto de subir los escalones llega y la empuja detrás de sí.
-¡Me presento voluntaria! - grita con voz ahogada- Me presento voluntaria como tributo!
-¿Voluntaria?..- los comentarios se extienden a mi alrededor.
-Vaya, vaya, vaya, con que tenemos una voluntaria en e distrito 12- digo- hacía mucho que no había una ¿decadas?, se nota porque se ha saltado el protocolo, pero no creo que importe.
Veo que Effie Trinket está estupefacta.
-¡Espléndido!-exclama-. Pero creo que queda el pequeño detalle de presentar a la ganadora de la cosecha y después pedir voluntarios, y, si aparece uno, entonces...-deja la frase en el aire.
-¿Qué más da?- dice el alcalde-¿Qué más da?-repite en tono brusco-. Deja que suba.
Qué pena, la pequeña Primrose la mira con ojitos de cordero degollado.
-¡No, Katniss!¡No!¡No puedes ir!- grita entre sollozos
-¡Sueltame!- dice ella con dureza.
 Se nota que actúa para las cámaras. Entonces de entre la gente aparece un chico alto, con un aspecto similar al de Katniss, piel aceitunada y ojos grises, típico de la Veta, y levanta en brazos a la pequeña y se la lleva, no sin antes decir arriba, Catnip, o Katniss, no lo se, ni me importa.
Effie le pregunta su nombre.
-Katniss Everdeen- contesta.
Tenía que ser familiar para hacer eso, y después de que Effie se lo pregunta afirma ser su hermana. Qué tierno. Effie Trinket pide un aplauso para la joven pero todo el mundo se queda en silencio. Entones pasa algo inesperado, primero una persona, luego otra, y al final casi todos se llevan los tres dedos centrales de la mano izquierda a los labios y después la señalan con ellos. Por lo que se es un gesto antiguo de ese dichoso distrito.
-Idiotas, se creen que dándole ánimos ganará. Con un poco de suerte aguantará un día ¡un día!- grito.
  No me da la gana que ningún distrito muestre este tipo de actos.
-Katniss Everdeen - digo mirando fijamente a la pantalla-. No te quitaré los ojos de encima,  juro que haré de tus juegos los más insoportables que puedas imaginar. Lo juro.
Tal vez no sea una gran amenaza pero siempre hay que tenerlos a todos vigilados.

Ahora aparece ese borracho de Haymitch, su maldito mentor, aun no me puedo creer que ganara los quincuagésimos juegos del hambre.
¡Miradla, miradla bien!-brama en medio del escenario- ¡Me gusta!-está borracho como siempre-. Mucho....-Se queda sin palabras durante un rato.- ¡Coraje!-exclama. ¡Más que vosotros!- va hacia delante-¡Más que vosotros!- dice directamente a la cámara, se cae y pierde el conocimiento.
Estúpido. ¿qué pretende? En ese preciso momento Effie rompe el silencio  y saca la papeleta del chico.
-¡Peeta Mellark!
El muchacho tiene una expresión de confusión en la cara. Sube al escenario y los dos tributos se dan la mano, se ve que es un chico fuerte, tendría alguna posibilidad si no mirara a la otra tributo con esa cara tan ingenua. Vaya, ¿qué tenemos aquí? Conozco esa mirada, lo que me dice que esto va a ser muy, muy divertido...

sábado, 5 de mayo de 2012

Capítulo 1

Me levanto de la cama mucho antes que nunca y no puedo evitar soltar una gran carcajada de júbilo. Hoy es mi día favorito del año. Hoy es el día de la cosecha, en él se eligen a un joven y una joven de entre 12 y 18 años para representar a su distrito en: Los Juegos Del Hambre.

 Estoy deseando ver las caras de los elegidos, ver en todas las pantallas sus lágrimas después de despedirse de sus familias. Oh sí, y lo mejor va a ser ver como en los distritos 1 y 2 en lugar de esconderse unos tras otros como los cobardes de los demás distritos, se pelean por ofrecerse voluntarios. Los profesionales, sus vidas son tan insignificantes como las de cualquier otro, pero ya que debe haber un vencedor, siempre es bueno contar con los aliados del Capitolio. No siempre ganan, pero sí en el mayor de los casos.

 - ¡74! - grito cuando entra una sirvienta - ¡74! 74 años disfrutando de las dolorosas y tan gratificantes muertes de todos y cada uno de los elegidos en la Arena. Una lastima que yo no haya vivido tantos años para discrutarlos en directo - miro a la sirvienta, no parece tan satisfecha como yo. - ¡Estúpida! - grito - no entiendes nada. Pero yo tengo el privilegio de ver todos los juegos cuando quiera. Tengo todas las grabaciones.


La inútil sirvienta se va porque ya ha terminado de arreglar mi habitación. Yo me preparo para salir. Un traje oscuro, camisa blanca y por último y más importante, mi rosa blanca. Corto una cada noche y la dejo en un vaso con agua para ponermela al día siguiente.
 Salgo de mi habitación y tras recorrer varios pasillos de mi lujosa mansión llego al salón donde Seneca me espera para hablar de sus planes para la arena.

 Este chico me cae realmente bien. Es el encargado de dar las ordenes durante los juegos y también el que ha ayudado a diseñar la arena este año. Son increíbles las ideas que se le han ocurrido.

 - Bien, Seneca, cuando quieras podemos empezar.
 Revisamos uno a uno todos los documentos, verificando que en mi agenda estén bien puestos los horarios, no quiero perder a ningún distrito. Siempre vamos en orden, del 1 al 12. 12, odio ese distrito, todos son débiles y yo odio a los débiles. Nunca sobreviven más de dos días en la Arena. Salvo ese mentor suyo, Haymich, que tuvo un golpe de suerte y... ganó. Ya esta todo listo. Hemos enviado a una persona del Capitolio a cada distrito que se encargará de sacar los nombres de la urna. Los escenarios, las cámaras, todos los distritos frente a las pantallas... Las plazas están llenas con los chicos a un lado y las chicas a otro y ordenados por edades, los más pequeños delante y los mayores atrás seguidos por todos sus familiares, que ya no tienen edad de participar, los que ya no tienen hijos o los malditos cobardes que no se atreven a tener hijos porque sienten  terror de que sus pequeños salgan elegidos. Medrosos, con lo divertido que es ver como se matan los unos a los otros hasta que solo queda uno.

Todo listo, la cosecha puede empezar...

viernes, 4 de mayo de 2012

Bienvenidos a mi vida

Bienvenidos tributos de Panem, miembros del Capitolio. Os doy la bienvenida y os animo a que os unáis a mi relato. Ya estoy harto de leer blogs de todos los tributos que se creen saber todo, es hora de que conozcáis la verdadera historia de Los Juegos Del Hambre.



 Felices Juegos Del Hambre y que la suerte esté siempre de vuestra parte.

 Fdo: Pte. Snow