Día 1
-Damas y
caballeros, ¡que empiecen los Septuagésimo Cuartos Juegos del Hambre!- exclama
Claudius Templesmith.
Los tributos
están en sus círculos metálicos expectantes. Tienen sesenta segundos hasta que
las minas que rodean la Cornucopia se desactiven, lo que les da tiempo para ver
el terreno a su alrededor (un pequeño regalo de despedida). Cada uno mira a un
lado distinto hasta que localizan su destino.
10, todos observan las pantallas casi sin pestañear, 9, en
cada distrito, 8, cada familia, 7, cada persona, 6, cada ser que conoce, 5, o
no, 4, a alguno de los tributos, 3, miran expectantes, 2, dolor, lágrimas, sufrimiento,
1... Ya no hay marcha atrás. Suena el
pitido que da inicio a la lucha. La mayoría de los tributos corren hacia la
Cornucopia donde se han colocado estratégicamente un montón de mochilas y armas
de las que dependerá la supervivencia del que lo coja. Varios tributos, entre
ellos el grandote del 11, corren hacia el bosque, el lago y el campo de trigo
huyendo de la acción. Hacen mal. Puede que la Cornucopia sea un baño de sangre
pero si te internas tú solo en el bosque sin nada más que tu ropa lo más
probable es que mueras. Además ¿qué gracia tiene que huyan para morir de frío o
de hambre? Lo interesante es que se maten entre ellos, que luchen y mueran.
No llevan ni
una hora y la tierra de alrededor de la Cornucopia ya está teñida de sangre. Aunque
muchos han matado es Cato quien ha matado a la mayoría de los tributos que
yacen sin vida, y ahora mismo está luchando contra otro que cae muerto a sus
pies. Él junto al resto de profesionales entran en la Cornucopia y cogen lo que
les place. Me he encargado personalmente en los últimos minutos de que
añadieran un par de regalitos. El arco sencillo plateado está ahora en manos de
la chica del Distrito 1, Glimmer, que no es capaz ni de acertar en un blanco
fijo. Cato se acerca a mi regalo. Frente a él, en una de las paredes interiores
de la Cornucopia, hay todo un repertorio de espadas. No son como las de los
entrenamientos, éstas son más grandes, pesadas, manejables y mortales que las
que hay en el centro de entrenamiento. Cato se acerca a ellas y la cámara le
enfoca mientras con una sonrisa elije su arma.
-Ahora sí
pueden empezar los Septuagésimo Cuartos Juegos del Hambre.- dice en un susurro
lo bastante alto para que lo oigan las cámaras mientras coge su espada.
Se ha
decantado por la más grande de todas, una espada de estilo antiguo con una hoja
plana pero fuerte una empuñadura de cuero negro, la guarnición de oro bruñido y
el pomo redondo con el sello del Capitolio. La levanta y la sopesa con cuidado.
De un sólo movimiento rompe la mesa de madera dónde están los carcajs llenos de
flechas. La mayoría de flechas quedan esparcidas por el suelo y los carcajs se
parten cuando el segundo mandoble se dirige a ellos. Clove, la compañera de
Distrito de mi chico, se acerca a él y le sonríe.
-Vamos a por
el resto- le apremia.
Vaya, parece
que la subestimé, al final va a ser tan sangrienta como Cato. Sin embargo él
rehusa su petición y ordena a los que están de su lado que empiecen a ordenar
las provisiones. Preparan un gran campamento al lado del lago. Hacen una pila
con las provisiones y tras alimentarse de nuevo y reponer fuerzas se ponen en
marcha.
Ya es de noche pero, rebuscando entre las
provisiones han encontrado varias gafas de visión nocturna. Cogen dos gafas,
sus armas y se disponen a partir cuando Cato, que es claramente el líder, les
para y les avisa.
-Si
encontráis al chico amoroso no le matéis, nos llevará hasta la estúpida de su
Distrito.
Todos
asienten. Dejan a uno vigilando con varias armas y se internan en el bosque. No
han andado ni un kilómetro cuando se encuentran con alguien tirado en el suelo.
El cara de pan yace tirado boca arriba en el suelo, lleno de moratones y con
sangre en la cara. Cato ordena que le despierten y le den agua. El cara de pan
se despierta y casi muere de un infarto al ver a Cato.
-¿Me vas a
matar?- pregunta casi con lágrimas en los ojos.
Los
profesionales ríen con ganas, sí que es tonto este chico. Y Cato... Me ha decepcionado, habíamos hecho un trato...
-Eh, no hace
falta que disimules.- le tranquiliza Cato.- Te han visto en los entrenamientos,
eres fuerte. – Todos asienten- Ya es hora de que dejes bien alto a tu distrito
por una vez.
-Te recuerdo
que ya una vez tuvimos ganador- le interrumpe Peeta. Quizá tenga más agallas de
las que me esperaba.
-De acuerdo,
no vamos a entrar en detalles, te presento a mi equipo – Cato señala a todos
los que le acompañan – quiero decir, a nuestro equipo- le tiende la mano para
que se levante y le dedica una sonrisa de complicidad.
Así que Cato si
siguió mis instrucciones, tal y como le indiqué. Bien hecho. Y resulta que no es ningún tonto ese del distrito 12.
El cara de pan procesa la información con rapidez pero algún pensamiento
cruza su mente porque frunce el ceño, pensativo. A saber qué diablos tendrá
este lunático en la cabeza. Finalmente se ponen de nuevo en marcha. Mi pantalla
central se centra en los profesionales mientras que la que está a mi derecha
muestra las imágenes que ve el resto de Panem. Y ahora están viendo cómo la
rebelde se duerme subida a un árbol. Las siguientes imágenes muestran a mis
chicos y cómo acechan a alguna idiota a la que se le ha ocurrido encender un
fuego. ¡Espera! Está al lado de la rebelde. No me lo puedo creer van a estar al
lado de ella y ni siquiera lo saben.
¡Se os echaba de menos! Madre mia, esta genial incluso sin editar!
ResponderEliminarMuxus!
Perdón nuevamente por la tardanza, pero ya teneis el capítulo terminado.
EliminarGracias por vuestra paciencia.
Se echaban de menos vuestros capitulos, menos mal que ya tenemos el capitulo 10 :)
ResponderEliminarMe encanta el capitulo, hasta sin editar es maravilloso
Besos
Perdón nuevamente por la tardanza, pero ya teneis el capítulo terminado.
EliminarGracias por vuestra paciencia.
Olaa, jeje editado o sin editar, esta genial. Me ha encantadoo y seguid asii que se os echaba mucho de menos¡!
ResponderEliminarPerdón nuevamente por la tardanza, pero ya teneis el capítulo terminado.
EliminarGracias por vuestra paciencia.
Hola!! Por fin puedo comentar en vuestro blog ^^ Siempre me ha impresionado cómo escribíais sobre el punto de vista del presidente Sonw y en este capítulo tampoco me habéis defraudado. Seguid así ;)
ResponderEliminarMuchas gracias, y perdón nuevamente por la tardanza, pero ya teneis el capítulo terminado.
EliminarGracias por vuestra paciencia.
oh me ha encantado esta novela que llevais, soy muy fan de LJDH y siempre quise saber como lo vivia snow. Ahora vosotras le habéis dado forma! Me encanto, escribis muy bien
ResponderEliminarUn beso cielo!
http://amormasalladelaunicidad.blogspot.com.es/
Muchas gracias (:
EliminarMiratenuestro concurso por si te interesa participar (:
haver kuando poneis mas k no puedo espaerar mas llevo 3 semanas esperando!!
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