jueves, 10 de mayo de 2012

Capítulo 4

El desfile.


Una vez entran en el Capitolio se ponen en manos de los estilistas, primero un grupo de preparación les baña, les aplican todos los productos imaginables para su piel, su pelo... Todo. Les dejan fabulosos a decir verdad, viéndolos en el desfile cualquiera diría que son unos muertos de hambre... Para que luego digan que no hacemos nada por ellos, si lo que hacemos es un milagro...
Compruebo mi agenda y confirmo que aun tengo tiempo para el desfile así que decido ir a mi invernadero personal donde tengo montones y montones de flores. Mis favoritas sin duda son las blancas, por eso siempre llevo una encima. Cojo una nueva para ponerme, el desfile es una ocasión especial. Después vuelvo a mi habitación y en el espejo ensayo mi cara de simpatía, la que tendré que poner después del desfile cuando me toque dar la bienvenida a todos los... Tributos. Siempre digo lo mismo y ellos se sienten especiales, menudos esúpidos.
Todos los años los estilista les preparan con motivo de sus distritos, como si quisieran que los asociaran sólo por esos ridículos vestiditos que les ponen. Cada año es peor. Empezó siendo divertido verles vestidos de árboles, circuitos, mineros, incluso de vacas, pero ya es demasiado hasta para mí. Ya no siento nada al verles. M e parece tan repetitivo...
Empieza la música de apertura a todo volumen por las avenidas del Capitolio. El desfile dura como veinte minutos y termina aquí, en el Círculo de la Ciudad, donde los recibiremos todos y después les escoltaran hasta el Centro de Entrenamiento.

La multitud grita extasiada cuando los tributos del 1 empiezan a asomar en su carro tirados por los cuatro majestuosos caballos blancos que se seleccionan expresamente. Son los que suelen ir menos ridículos, les basta con llevar las joyas que fabrican para representar a su distrito. Les siguen el 2, 3, 4... siempre es ig...
¿Pero qué...? No puede ser, no me lo creo. ¡No!


-¿Quién es el estilista del 12?- susurro con fiereza por el comunicador de mi chaqueta.

¿Cómo ha podido? No debería haberlo hecho, se lo haré pagar. Los dos tributos del 12 parecen arder ante los ojos de todos los espectadores, que gritan como niños ante una piruleta nueva. Espera. No parecen arder...¡Están ardiendo! Llevan una sencilla malla negra de cuerpo entero que les cubre del cuello a los tobillos, con unas botas de cuero brillante y cordones que les llegan hasta las rodillas. Pero lo que define el traje es la capa que ondea al viento, con franjas naranjas, amarillas y rojas, y el tocado a juego en el caso de la chica. Sus caras están totalmente iluminadas por el fuego y es como si las capas dejaran un rastro de llamas detrás.
Veo algo que jamás debería pasar, se han dado la mano. ¡No! Idiotas, debéis odiaros, intentar mataros a cada instante, no mostrar a todos que sois amiguitos. Incluso desde donde estoy, a varios metros por encima de las multitudes, los gritos son ensordecedores cuando les ven. Les lanzan cosas, ¿Flores? y vitorean sus nombres como si ya hubieran ganado los juegos. Todos se vuelven para mirarles, apartando la vista de todos los demás. Esto no es cosa suya, les he visto en el tren, la chica no quiere casi ni hablarle. ¿Será obra de Haymitch? No, está demasiado borracho. Tiene que haber sido obra de los estilistas. ¿Cómo se llaman? ¿Puerta?¿Puetia? ¡Portia! Esa es la estilista del cara de pan, pero ¿el de ella?
Cinna, me dicen por el pinganillo. Los ha hecho inolvidables, ha hecho inolvidable a una instigadora de revolución y lo pagará caro. El chico... ¡ El chico tiene un moratón! ¿ Cuando ha sido? No me he dado cuenta, le he prestado tan poca atención... da igual, lo olvidarán en cuanto empiece la cuenta atrás de la arena. Bien, en cuanto tenga ocasión me encargaré de ti y de la inútil de tu distrito. Mira eso ¡¿será cínica?! Sonríe como si le agradara la gente del Capitolio, les saluda con la mano que le queda libre e incluso... ¿Lanza besos? Hipócrita, hipócrita.

"Katniss, la chica en llamas" Sí, eso es lo que gritan "La chica en llamas"

Los caballos les llevan justo hasta mi mansión y se paran ahí.
Se van acercando y debo recuperar la compostura. "Piensa en tu nieta, Coriolanus. Que no se note nada" me digo para mí mismo. Me informan por el pinganillo de que ya es la hora y me pongo de pie ante los focos de las seis cámaras que captan cada uno de mis movimientos.
Se supone que las cámaras deben enfocar a TODOS los tributos, pero la mayor parte del tiempo enfocan a la pareja en llamas. Estoy a punto de perder los nervios. Respiro, sonrió y saludo.

-Sed bienvenidos, tributos. Bienvenidos a los septuagésimo-cuartos juegos del hambre, y ¡que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte!

8 comentarios:

  1. BLOG ALUCINANTE! Has reflejado perfectamente al presidente Snow. Sigue así, por que me encanta. Y si puedes pasa por mi blog
    http://ladecimasecta.blogspot.com.es/

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  2. Muchas gracias ^^
    Ahora mismo te hago una visitaa (

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  3. Me encanta¡ Esta genial¡¡ lo haces superbién. Me encanta como escribes lo que piensa, es tan malvado... jajaja yo también tengo un blog: seraporsuerte.blogspot.com te puedes pasar y me dices que tal? :D

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    1. Muchas gracias (:
      Ya he visto tu blog y estágenial ya te lo he dicho ^^
      Un beso (:

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  4. Me encanta !!! al final habeis mencionado a la nieta :) seguid escribiendo que esta genial :)

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    1. Muchas gracias(:
      Si, parecía un buen momento para mencionarla ^^

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  5. ooohh....!! como lo odio...odio al presidente Snow..!!!
    pereo me a matado lo de "cara de pan"...jajajajajaajap

    io tambien ten gun blog....
    http://lavidadeunavox.blogspot.com.es/
    pasate cuando qeras y me dices q te parece, y si qeres me puedes afiliar....!!

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    1. Es que Snow es realmente odioso.
      Cara de pan, jajaja si, ha sido un puntas la verdad.
      Desde el móvil no puedo afiliar ni nada pero en cuanto este en el ordenador lo hago :)

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